Cinco Primeros Sábados de Mes


En Fátima, en la tercera Aparición de Nuestra Señora, el 13 de Julio de 1917, fue mostrado a los tres Pastorcitos, Lucía, Francisco y Jacinta, el infierno. Después de esta visión, Nuestra Señora les dijo: “Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz…, vendré a pedir la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón y la Comunión Reparadora de los Primeros Sábados… Por fin, Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá y será concedido al mundo algún tiempo de paz.”

Nuestra Señora en el día 10 de Diciembre de 1925, en Pontevedra, se apareció a la Hermana Lucía con el Niño Jesús. María puso su mano sobre los hombros de Lucía y le mostró Su Inmaculado Corazón rodeado de espinas.  En ese momento dijo el Niño: “Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas, que los hombres ingratos continuamente le clavan; sin haber quien haga un acto de reparación para arrancárselas.” Seguidamente, la Santísima Virgen dijo:

“Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme; y di que: todos aquellos, que durante cinco meses, en el Primer Sábado se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan quince minutos de compañía, meditando en los quince misterios del Rosario con el fin de desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la muerte, con todas las gracias necesarias para su salvación.”

La importancia de esta devoción 

Esta devoción significa la unión íntima del Corazón Inmaculado de María con el Sagrado Corazón de Su Hijo. El Corazón de María, “abierto por las palabras, “Mujer, toma a Tu Hijo” (Jn 19:26) está unido espiritualmente con el Corazón de Su Hijo, “abierto por la espada del soldado”, insinuó el Papa Juan Pablo II en su homilía en Fátima, el día 13 de Mayo de 1982.
Lucía le habló (a Jesús) de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días antes o después. Jesús contestó: "Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María".
La intención de hacer esta reparación al Inmaculado Corazón de María puede ponerse al principio.

¿Por qué 5 Sábados?  

Después de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación:  "Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1- Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.
2- Contra su virginidad.
3- Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.
4- Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.
5- Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.

"He aquí hija mía, porque ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sientanse libres de poner comentarios, los reviso porque no quisiera nada ofensivo. Pero pueden hacer comentarios anónimos si quieren.